Un gnomo en Ventormenta.

Esta historia versa sobre un pequeño gnomo que decide abandonar su hogar y ver mundo. Le acompañaremos durante sus primeros días en Ventormenta donde descubrirá que el mundo no es tan pacífico como imaginaba y que deberá aliarse con toda clase de personajes para solucionarlo; bien, sin más preámbulos demos paso a la historia.

N.de A.: Las descripciones del ambiente pueden variar con respecto a la realidad ya que estamos relatando desde los ojos del protagonista.

Nos encontramos en Ventormenta en un día soleado como otro cualquiera, menos cuando llueve, pero… ¿qué es ese minúsculo punto a la entrada de la ciudad?¡Ah! Es nuestro querido protagonista: Kronüs Forjachispas, un gnomo mago prometedor que acaba de llegar a la mayoría de edad y ha decidido dejarlo todo atrás para ver que le depara el futuro y cumplir su sueño.

-Papa, mama-Dice para si mismo mientras mira una vieja foto- haré que os sintáis orgullosos de mí.-

Guarda la foto y se adentra en la ciudad hasta llegar al barrio del mercado.

-Bien, veamos…¿Por donde andará ese sagrario de los magos?-El gnomo se fija en una mujer que lleva a un grupo de niños y decide preguntarle:

-Disculpe ,señora…- -Uy pequeñín-Dice la mujer-¿Te has perdido?¿Donde están tus papas?-

Nuestro amigo, sin poderse creer la situación responde con toda la educación posible:

-Señora…Que tengo cuarenta años-

Al oír esto la mujer reparó en la barba poblada que cubría la cara del gnomo, se sonrojó y respondió:

-Dis…disculpe señor gnomo, una confusión- Intentó sonreír pero lo máximo que consiguió fue una mueca de vergüenza.

-Bueno….¿Puede indicarme como ir al sagrario de los magos?-

-Por supuesto, gire en la primera bocacalle a la izquierda, tendrá el banco a la izquierda, gire a la derecha, salga por la primera salida que encuentre a la izquierda, llegara los canales, cruce el puente y entre por la entrada que encuentre inmediatamente, entonces habrá llegado al barrio de los magos, coge el camino de la izquierda y encontrará una plaza con una Torre en el centro, eso es el sagrario de los magos.-

-Muchas gracias.- -De nada y disculpe la confusión.-

Kronüs siguió las indicaciones de la mujer. ¡No podía creérselo! ¡Era mejor de lo que esperaba! La ciudad estaba llena de vida y todos eran muy amables y serviciales. Jóvenes encapuchados ayudando a los venerables ancianos a cargar con pesadas bolsas de oro, gente divirtiéndose con inocentes juegos de azar, hombres pasando una amena velada en la taberna con sus exuberantes mujeres y representaciones en las tabernas, tan realistas que, desde fuera, sonaba como si estuviese teniendo lugar una autentica pelea de bar.

Por fin llegó al sagrario de magos, era todo tan…Interesante…Estaba lleno de libros y libros que estaba deseando leer y de chismes y cachivaches arcanos que pedían a gritos que los probasen a ver si explotaban con esta u otra mejora.

Se acercó al mago encargado de recepción para inscribirse:

-Disculpe…-

El mago levantó la vista del libro que estaba leyendo pero no vió a nadie así que lo ignoró.

-Disculpe…-Volvió a insistir nuestro amigo alzando la voz lo más educado que le pareció.

El mago volvió a alzar los ojos, esta vez nervioso y exclamo:

-¡Por los hechizos de Jaina! O yo me estoy volviendo loco o los alumnos han mejorado con el hechizo de invisibilidad-

-No es nada de eso señor, aquí abajo-

El mago se levantó, miró por encima de la mesa y por fin vió a Kronüs-

-¡Oh! Hola pequeñín -Dijo con una sonrisa- Lo siento pero te has equivocado, la guardería esta en el barrio de la catedral-

Kronüs exasperado contestó:

-No soy un niño, soy un gnomo y ya he cumplido los cuarenta años esta primavera.-Ya más tranquilo volvió a hablar.-He venido a solicitar plaza para las clases de Ciencias Arcanas, vengo con una recomendación de los magos de Forjaz.-

Tras haber realizado todos los trámites y de haberse hospedado en el Ermitaño Azul, Kronüs decidió salir a dar un paseo para ver tan hermosa ciudad en todo su esplendor. Visitó todos los barrios de la ciudad, el de los magos, el parque, donde habitaban los elfos, el de la catedral, donde convergían todos los sacerdotes y paladines, el de los enanos, donde tuvo la oportunidad de encontrar un taller gnómico de ingeniería, el cual le aseguraron siempre estaría abierto para él cuando quisiese inventar algo nuevo, ya que, como todo gnomo, tenía ciertos conocimientos de ingeniería. También en el barrio de los enanos tuvo oportunidad de descubrir el Tranvía subterráneo que unía Ventormenta y Forjaz. Tras haber reparado en ello se quedó unos minutos mirando fijamente la entrada con cara de incredulidad y finalmente dijo:

-Pero…pero, si esto existía. ¡¿Para qué demonios he pagado a unos elfos guía hasta Ventormenta?, me costó 50 monedas de oro, casi todo lo que tenía.-

Dió una patada de rabia a la entrada,dio unos leves botes a al pata coja dolorido y siguió paseando. Finalmente llegó al casco antiguo, un barrio selecto donde los haya, al menos según Kronüs, y decidió ir a beber algo a la posada del Cerdo Borracho. Entró decidido a la taberna y nada más atravesar el umbral todos los parroquianos se giraron para ver al recién llegado que sonreía a todo el mundo con una mueca de pura inocencia.

Se acerco a la barra y pidió una copa de Pinot Noir a lo cual los demás clientes respondieron con unas risas que apenas percibió nuestro amigo ya que el pobre apenas se daba cuenta del mundo que le rodeaba.

Al poco rato unos hombres se acercaron a Kronüs:

-Oye chaval, ¿tú eres nuevo por aquí? ¿No?-

-Ciertamente- Contestó el gnomo.

-Si quieres podemos ofrecerte una guía especial y gratis además-

-¿En serio?- Contestó el mago- Muchas gracias, por supuesto que voy, ustedes tienen pinta de ser gente de confianza- Dijo mientras repasaba los rostros de los desconocidos surcados de cicatrices, parches en los ojos y con pañuelos rojos tapándoles las caras.

Salieron de la taberna y se dirigieron a un callejón oscuro.

-Bueno, ¿A dónde vamos a ir primero?-

-Tú no sé pero tu dinero se viene con nosotros.-

-Pero…pero, buen hombre, ¿qué está diciendo? - Consiguió articular Kronüs, pálido y temblando, antes de que el bandido alzase su maza.

-¡EN EL NOMBRE DE LA LUZ!-Gritó alguien.

A partir de ese momento todo fue una confusión de mandobles, choques de metal, conjuros sagrados y arcanos por igual; hasta que finalmente todos los bandidos cayeron al suelo y un humano, seguramente un paladín dijo:

-¿Estas bien pequeñín?-

Kronüs ni siquiera se quejó de que se refiriesen a él como un niño, estaba completamente asombrado de lo que acababa de ver.

-Me…me llamo Kronüs Forjachispas, ¿Quienes son ustedes?-

El humano sonrió y respondió:

-Soy Eanor de Valois y nosotros formamos parte del Alba Carmesí, una orden dedicada a servir y proteger al indefenso y al necesitado y luchar contra las fuerzas oscuras en el nombre de la Luz, ¿podemos hacer algo más por ti?

-¡Wuauuu!-Fue todo lo que consiguió decir Kronüs- ¿Puedo unirme a vosotros?-

-Por supuesto, todo hombre o mujer dispuesto a ayudar es bien recibido. Bienvenido seas Kronüs Forjachispas, aquí conocerás a grandes luchadores como los que me acompañan; te los presentare, estos son:
Daríus…-

-Hola…-Dijo el llamado Darius con una mirada bastante extraña.

-Atrhun Zala…- -¿Atún? ¿Como el pescado?-

A lo cual Atrhun contestó:

-Te odio- -Emm…-

-No te preocupes, odia a todo el mundo -Dijo Eanor- Eldem, Makiaveliko…-Siguió diciendo Eanor-… Kirtash, Miliam y ese sonrisitas de ahí es Korhel-

Finalmente Kronüs dijo:

-Un placer conoceros a todos, siempre que necesitéis de un mago o de un ingeniero, podéis recurrir a mí…-

-Disculpa Kronüs- Interrumpió Eanor- Pero ya tenemos magos e ingenieros profesionales a los que recurrir-

-Ah…Entonces, ¿Cuál es mi papel en esta orden?-

A lo cual Atrhun respondió con una sonrisa burlona:

-Tú serás…..la mascota.-

Continuará….